En los últimos años una profunda revisión en la metodología de la transferencia transcervical ha optimizado la técnica.
El operador es crucial debe ser capaz de depositar el embrión en el lugar adecuado sin lesionar el endometrio. Catéteres capaces de ser visualizados bajo ecografía, polímeros de alta calidad biotesteados y una preparación adecuada del endometrio potencian los resultados.
Se usa catéteres probados con la más alta calidad y biotesteados (ej. Wallace, Cook, etc.). Es importante señalar que se considera un personal adiestrado aquel que ha realizado no menos de 300 transferencias embrionaria.